Trump dice que los iPhone se pueden fabricar solo en EE.UU.
Entre anuncios de aranceles por las nubes, promesas patrióticas
y un mercado en vilo, el debate sobre si Apple podría mover la
producción del iPhone a Estados Unidos ha vuelto a cobrar fuerza.
En medio de las nuevas tensiones comerciales con China, La Casa Blanca defiende que
fabricar los iPhone en suelo de EE.UU. no solo es posible,
sino lógico, o al menos, eso piensa Trump, pero,
¿realmente es factible fabricar el iPhone únicamente en suelo
yanki? Bank of America Finance tiene datos
concretos.
A veces es mejor callar que lanzar una declaración realmente
desafortunada. Esto es algo que los políticos y su entorno tienen
claro y que, normalmente, cumplen a raja tabla, pero no es el caso
de hoy. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline
Leavitt, salió al frente de las cámaras con una
declaración que busca dejar clara la postura del presidente Trump
frente a la deslocalización… Y tuvo respuesta.
Trump dice que fabricar los iPhone íntegramente en EE.UU. es
posible, y que Apple está en ello
Las declaraciones de Leavitt son controvertidas y llegaron en
varios “fascículos” tras las respuestas, algunas deben tener
contexto para ser entendidas en su totalidad. Lo primero que dijo
sobre este tema fue lo siguiente:
“Si Apple no pensara que Estados Unidos puede hacerlo,
probablemente no habría desembolsado esa gran cantidad de
cambio”.
Se refería al plan de inversión de Apple de 500.000
millones de dólares en EE.UU. Una cifra contundente, sin
duda. Pero según algunos analistas, ese dinero no sería más que lo
que Apple ya planeaba gastar de todas formas, con o sin aranceles.
Leavitt fue preguntada directamente por la posibilidad de hacer
iPhones en casa:
“Totalmente. Cree que tenemos la mano de obra, la fuerza
laboral y los recursos para hacerlo”, respondió,
refiriéndose a la postura de Trump.
Pero no todos lo ven tan claro. Desde hace años, tanto Steve
Jobs como Tim Cook han advertido que en EE. UU. simplemente no
existe la infraestructura técnica ni la fuerza laboral cualificada
para fabricar a escala el iPhone.
Bank of America nos ofrece datos concretos ante esta postura de
Trump y rebaja la euforia del mandatario estadounidense
Del dicho al hecho hay un trecho, o al menos eso reza el
refranero español, y BoAF lo tiene claro. El equipo de análisis de
BofA, encabezado por Wamsi Mohan, no duda de que técnicamente se
podría montar un iPhone en Estados Unidos, pero las consecuencias
serían muy poco atractivas. El precio del dispositivo
podría subir hasta un 25%, y si encima se aplican
aranceles a los componentes que seguirían viniendo
de China, el coste total podría dispararse un
90%.
“A menos que se aclare la perdurabilidad de los nuevos
aranceles, no esperamos que Apple decida trasladar la fabricación a
Estados Unidos”, dijo Mohan.
En su lugar, lo más probable es que Apple tire por la vía de
diversificar más aún su producción en otros países como
India o Vietnam, que además se benefician de un
arancel más bajo, del 10%, frente al 125% para lo
que venga de China.
Por ahora, Apple guarda silencio. Pero el escenario es claro:
fabricar iPhone en EE.UU. puede sonar bien en un discurso como el
de Trump, pero de momento sigue siendo más un lema
electoral que una realidad viable, que ni 500.000
millones, cifra monstruosa, pueden ocultar o hacerlo
posible.