Amenaza de bomba en el Hospital General Jesús Kumate de Cancún genera pánico y movilización
Este domingo por la tarde se vivió una situación de extrema tensión en el Hospital General Jesús Kumate Rodríguez, cuando una amenaza de bomba sembró el pánico entre los empleados del centro de salud, los pacientes que se encontraban en el lugar y las familias que los acompañaban. La alarma generó una gran movilización por parte de las autoridades, quienes actuaron de inmediato para asegurar la zona y proteger a los presentes.
La alarma fue detonada por la circulación de un mensaje de audio que se difundió rápidamente en las redes sociales, en el cual una voz aseguraba haber colocado dos dispositivos explosivos en el interior del hospital. Según el mensaje, uno de los artefactos estaba ubicado en la planta baja, mientras que el otro se encontraba en la planta alta del edificio. El autor del mensaje, alegando un resentimiento por la atención recibida en el pasado, estableció un plazo hasta las cinco de la tarde para que las autoridades localizaran y desactivaran las bombas, advirtiendo que, de no hacerlo, se perderían vidas. Para reforzar la seriedad de su amenaza, el individuo indicó que en la entrada de ambulancias habría una ambulancia blanca y un triciclo, lo que supuestamente probaría que no estaba jugando.
Inmediatamente después de recibir la amenaza, las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, junto con equipos de rescate, se desplegaron en el hospital. Con la ayuda de perros entrenados para detectar explosivos, las autoridades recorrieron minuciosamente todas las áreas del edificio, desde la planta baja hasta la planta alta, buscando cualquier indicio de los supuestos explosivos. A pesar de sus esfuerzos exhaustivos, no encontraron ningún artefacto sospechoso en las instalaciones.
Finalmente, tras concluir que la amenaza era infundada, las fuerzas de emergencia se retiraron del lugar y la calma fue restablecida en el hospital, permitiendo que tanto el personal como los pacientes y sus familiares pudieran volver a sus actividades normales. Las autoridades continuarán investigando el origen del mensaje para determinar quién fue el responsable de causar tal alarma.